lunes, 2 de noviembre de 2015

ENTREVISTA A UNA 
TRABAJADORA SOCIAL

Entrevista a Inés Hernandez
Inés, el trabajo social es una profesión con la que se puede ayudar a una gran cantidad de perfiles, ¿por qué decidiste especializarte en personas mayores?
Creo que ha influido mucho en mi especialización el hecho de que siempre he tenido un trato muy cercano con las personas mayores de mi entorno. He aprendido mucho de ellas, he visto cómo han luchado por el bienestar de su familia y siempre he pensado que ya era hora de devolverles esa labor, y de que ellos/as también tengan la oportunidad de sentirse bien y disfrutar de una vida lo más plena posible.

El trabajo social intenta resolver problemas en las relaciones humanas y mejorar el bienestar de las personas, ¿crees que puede ser un instrumento para cambiar la propia sociedad en la que vivimos?
Creo que siempre ha existido una visión demasiado asistencialista del trabajo social, siendo muy visibles las labores burocráticas. Pero no sólo existe esa faceta de mi profesión. Hay también una labor de campo que es muy importante potenciar y tener en cuenta, de promoción del desarrollo y bienestar de las personas. En mi opinión, el objetivo del trabajador/a social es fomentar que las personas sean capaces de elegir su propia vida. Para mí, la creencia en el cambio va implícita en mi profesión. No intentaría nada si no creyese en el cambio.

Atenderás a un perfil amplio de personas con distintas circunstancias pero, ¿cuáles son los casos y problemas más habituales con los que trabajas?
Hasta ahora, la mayoría de los casos con los que he trabajado ha sido con personas con algún problema ya sea de tipo físico, funcional o psicosocial, solicitando trámites de ayuda para la dependencia, y búsqueda de ayuda a domicilio. También he realizado talleres psicosociales para fomentar las relaciones sociales, frenar la dependencia y la soledad.
Actualmente, también contribuyo a ampliar las perspectivas que se tienen acerca de los mayores, sus necesidades, y las distintas alternativas que existen para su bienestar. Para ello, he colaborado y colaboro en diferentes medios de comunicación, y propongo charlas informativas en diversos centros, instituciones, e incluso en los domicilios. Yo creo que es necesario un cambio de mentalidad con respecto a muchos de los conceptos que han existido tradicionalmente acerca de las personas mayores. Es importante conocer los verdaderos derechos que tenemos cuando envejecemos.

A la hora de tratar a las personas, tienes experiencia en la elaboración de Historias de Vida como técnica de investigación. ¿Podrías explicarnos para qué sirve y en qué consiste?
Las Historias de Vida consisten en recuperar, mediante su propia narración, aquello que las personas recuerdan desde su infancia hasta el momento actual. En este sentido, no sólo es importante lo que nos cuentan, sino también cómo nos lo cuentan. Se pueden observar y aprender muchos aspectos de la persona para conocerla mejor y para poder hacer una correcta intervención. Las Historias de Vida permiten tener en cuenta qué han vivido, cómo lo han vivido, cómo nos lo cuentan, qué han aprendido con ello y cómo influyen esas experiencias en el momento actual. Esta intervención se aplica mucho en la técnica de reminiscencia. Desde el momento en el que comienzan a hablar ya se está interviniendo, ya que implica un ejercicio de memoria, de recuerdo, de lenguaje, de práctica de habilidades sociales, etc. Con ello ayudamos a la persona a que dé sentido y significado a su vida, a dar coherencia a los hechos, a favorecer la construcción de su identidad, fomentamos su funcionamiento cognitivo, etc.

El trabajo con la familia es fundamental, pero ¿en qué medida? ¿Puede fracasar un tratamiento si el entorno no está debidamente involucrado?
Hay aspectos de la vida de una persona que no se pueden cubrir con fármacos ni solucionar únicamente con la intervención de un profesional. Existe un ingrediente fundamental para cualquier persona, y más para aquellas que se encuentran con algún tipo de problema, sea el que sea, que es el cariño de las personas que son importantes para cada uno de nosotros/as. Está comprobado el efecto beneficioso que tienen los afectos y emociones positivas para nuestro organismo y para la recuperación de los problemas. Los profesionales podemos aconsejarles, intervenir para su bienestar y también debemos tratarles con cariño. Pero creo que todos sabemos que existe otro tipo de cariño, que sólo nos llega de la/s persona/s que para nosotros/as son importantes (ya sea la familia, amigos/as, nuestro/a vecino/a, u otra persona) y que contribuyen activamente en la intervención y recuperación. Por eso, es muy importante que se involucren en el bienestar de esa persona. Y que lo hagan adecuadamente, con los recursos y herramientas apropiadas para ello. Tanto a nivel personal (cognitivo, emocional, etc.), como a nivel comunitario (conociendo los recursos de su entorno que pueden ayudarle en esta importante labor). Y en este sentido, nosotros también les ayudamos.

Generalmente, ¿ayudas a personas con una problemática concreta o estás más centrada en la prevención?
Hasta el momento, he trabajado con problemáticas concretas, con personas que, por diferentes causas, presentaban algún grado de dependencia. Pero considero muy importante la prevención para evitar y/o retrasar todo lo posible estas situaciones de dependencia, con el consiguiente desgaste que ello supone en muchos sentidos. Y, a pesar de que hay un porcentaje de personas concienciadas de la importancia de la prevención,  siento que aún se necesita más información, porque no se ha llegado a todas.

Eres fundadora y directora de La Casica de Mis Abuelos, ¿nos explicas brevemente a qué os dedicáis?
Nos encargamos de escuchar y valorar el estado, las necesidades y las preferencias de las personas mayores y sus familiares, para llevar a cabo una intervención especializada. Nuestros servicios van desde información y asesoramiento, talleres para frenar la dependencia, ayuda psicoterapéutica, por ejemplo en situaciones difíciles, muerte de un ser querido, problemas de ánimo, etc. Hasta la gestión de alojamientos alternativos y la supervisión de la calidad en las residencias para aseguramos de que la persona esté bien tratada.
Acercamos los talleres y damos tratamiento psicoterapéutico en los domicilios de aquellas personas que no puedan salir de sus casas. Asimismo, los ofrecemos a otras instituciones dedicadas al mismo sector, así como charlas informativas sobre diferentes temas de mayores y su entorno.

La tecnología es una buena aliada para cuidar de las personas y mejorar sus vidas, ¿la utilizáis en vuestro día a día con los mayores?
Sí, así es. Nosotros ofrecemos la posibilidad de que los mayores aprendan a utilizar las nuevas tecnologías y poder aplicarlas como un método de estimulación cognitiva y como punto de encuentro social, ya que fomentamos las relaciones entre iguales e intergeneracionales a la hora de aprender a manejarlas, y posteriormente, en su utilización.

Siguiendo con el ámbito de la tecnología, ¿crees que estamos aprovechando todo su potencial para ayudar a nuestros mayores? ¿Cómo podríamos avanzar más en este sentido?
Creo que la tecnología va por buen camino, aplicándola cada vez más en el ámbito de los mayores, avanzando a pasos agigantados para facilitar su día a día y fomentando su bienestar. Veo que se le está dando mucha utilidad en cuanto a aplicaciones en la salud física (medidores de peso y tensión, pulseras USB para conocer las patologías de cada paciente,…), salud funcional (casas inteligentes, bastones con GPS,…), estimulación cognitiva, ocio, etc. De hecho, en el Centro de Referencia Estatal del Alzheimer y otras demencias que está en Salamanca, están aplicando con éxito la Wii Terapia.
Muchas veces tengo la sensación de que la tecnología avanza más rápido de lo que nuestras cabezas llegan a asimilar… Pero me parece importante avanzar también en utilidades que faciliten la participación social real y el apoyo psicosocial…. Y que tengan un funcionamiento sencillo.
Por otro lado, comparto la opinión de que se debe tener en cuenta a las propias personas para las que van a ir dirigidas estas nuevas tecnologías, tanto en su diseño como en el desarrollo de las mismas.

Como voz autorizada para ello, ¿te atreves a dar un consejo a otros emprendedores que estén planteándose dar el salto?
Mi consejo es que actúen y no esperen. Que cada uno de nosotros tiene algo positivo que aportar a nuestro mundo y a nuestra sociedad, que se necesita gente con iniciativa. Y que si quieren embarcarse en el ámbito de las personas, y más concretamente en el campo de las personas mayores, entonces que se pongan en el lugar de la otra persona, que se pongan “dentro de su piel” y que piensen: ¿Cómo me gustaría vivir, hacer o que me tratasen a mí cuando yo sea mayor?

Para terminar, nos gustaría saber una película, una canción y un libro que te hayan marcado de algún modo profesional o personalmente.
¿Solamente una de cada? ¡Creo que es la pregunta más difícil de todas! Como película… “Cinema Paradiso”, como canción… “Papá cuéntame otra vez” de Ismael Serrano, y como libro… “Juntos, nada más” de Anna Gavalda.

¿Qué hace un trabajador social?

Objetivos de la carrera
Emprender la gestión social con el objetivo de promover el desarrollo de la comunidad que exige una respuesta frente a los problemas de carencia que afectan a importantes sectores de la población y que les impide satisfacer sus necesidades básicas.


Perfil del Profesional

Este profesional *implementa *políticas sociales. Lo lleva a cabo primeramente investigando y diagnosticando problemáticas sociales para luego *diseñar, *gestionar, ejecutar y evaluar proyectos de acción social que tiendan a elevar el nivel de bienestar del individuo, la familia, grupos y comunidades.
Desarrolla acciones de prevención en que se puedan ver afectadas las personas, como consecuencia de su vida de relación con el entorno.
Interviene en situaciones del ámbito familiar, del individuo en el ámbito organizacional en atención a sus necesidades como trabajador.
y de grupos en relación con la comunidad; estudiando la realidad que está interviniendo y también considerando las características de los sujetos y su capacidad de participación en la transformación de los problemas que afectan su calidad de vida. Es un agente de cambio social y ayuda a dar un giro en las realidades de las personas.
El trabajador social es un facilitador y orientador de las personas en problemas de índole social de manera que éstos puedan hallar y utilizar los recursos y medios necesarios para superar sus dificultades y lograr sus objetivos. Entrega soluciones según las posibilidades del caso y del entorno del o de los afectados y abre los caminos para hacer llegar la ayuda, pero siempre las personas son las que deben decidir qué hacer y hacerlo.
Otro de sus ámbitos es el desarrollo comunitario, donde el trabajador social está ligado a la función de fortalecer las organizaciones sociales en el mediano y largo plazo. Contribuye a la armonización y articulación del desarrollo del país, tanto en lo económico como social.
La carrera implica el estudio de materias relativas a métodos y técnicas de diagnóstico y tratamiento social y estudio de problemas y políticas sociales, que aseguren la eficacia en los procedimientos de intervención de las problemáticas sociales.



Tareas o actividades específicas que se realizan en la profesión.

Ayudar a diversas personas y familias a resolver sus problemas personales y sociales.
Reunir información relativa a las necesidades de la persona y asesorarle acerca de sus derechos y obligaciones.
Analizar la situación en que se halla la persona y sugerir distintas opciones acerca de la manera en que pueda resolver sus problemas y superar sus dificultades.
Recopilar antecedentes y preparar expedientes o informes de los casos considerados para su eventual presentación ante los tribunales u otras instancias.
*Planificar , evaluar, perfeccionar y desarrollar servicios de protección o asistencia social.
Dedicarse a la lucha contra la delincuencia o a la rehabilitación de delincuentes mediante la organización y supervisión de actividades educativas, sociales y recreativas en centros o clubes juveniles y centros comunitarios de acción social e instituciones similares o por otros medios.
Ayudar a que las personas física o mentalmente disminuidas de manera que puedan recibir tratamiento adecuado y mejorar su capacidad de inserción social.
Planificar, organizar o brindar servicios de ayuda o acción social a domicilio.
Transformar los requerimientos de la comunidad en programas o planes comunitarios que conduzcan a acciones.
Integrar equipos interdisciplinarios que analizan, elaboran, ejecutan y evalúan proyectos sociales.
Diseñar e implementar proyectos de bienestar social en diversos tipos de organizaciones.
Desarrollar programas y proyectos de *mediación e intervención con personas, familias, grupos, comunidades e instituciones en busca del bienestar de los mismos.
¿QUÉ ES EL TRABAJO SOCIAL?


HISTORIA DEL TRABAJO SOCIAL

El desarrollo del trabajo social a nivel mundial se transporta en el tiempo casi que al inicio de la civilización. El trabajo social se da a raíz de un interés en común que es el de solucionar una necesidad que se tiene en común o que se ve reflejada en otro al cual se desea ayudar. En el tiempo más antiguo, más específicamente en la era a.C se ve marcada por los principios religiosos ya que estos tienen como principio ayudar al prójimo, hacer el bien.
En general estas tienen en común que al actuar de esa manera, contribuyen a mi crecimiento personal y espiritual, ejemplos de esto son el budismo y el islam.
Empezando la era actual hay un gran ejemplo de los principios del trabajo con la sociedad y es el Sistema Alimenticio de Nerva (96-98 d.C) en el cual es emperador de Roma Marco nerva que establece un sistema en el que pretende ayudar a los más necesitados y asegurar la nutrición de los niños.
En el siglo XVI se empieza un trabajo con fuerza en cuanto a la caridad, empiezan movimientos con las damas de la caridad fundado por Vicente de Paul en 1617 en Francia. Más adelante Federico de Ozaman organiza en 1833 una conferencia de caridad más adelante junto con la sociedad de san Vicente de Paul para socorrer materialmente a indigentes y solucionar los problemas.


EL TRABAJO SOCIAL 


EN AMÉRICA LATINA


En la primera mitad del Siglo XX se creó la primera escuela del Trabajo Social en Latinoamérica en Santiago de Chile, por el Doctor Alejandro del Río, de formación profesional en medicina en el año de 1925; en Puerto Rico se creó en el año de 1934; en Argentina, se fundó la primera escuela en 1940, en Ecuador en 1945, en Venezuela en 1956; en 1966 se crea la primera escuela de Servicio Social en República Dominicana. 
Otro aspecto importante, tiene que ver con la formación profesional, en Latinoamérica, y en sus inicios currículos en los que se incluían materias de medicina, derecho y una gran mayoría de materias de tipo práctico, como los son la economía del hogar, los primeros auxilios, nutrición, entre otras, esto, con el objetivo de dotar a los estudiantes de conocimientos que les permitieran atender diversas problemáticas, así como ofrecer conocimientos en artes y oficios dentro de la práctica de trabajo social con grupos, para que estas habilidades pudieran utilizarse en la generación de ingresos de los participantes.
Es a partir de 1950 que se incluye en el currículo de las diferentes universidades, la cátedra de servicio social de grupo, esta fue una inclusión lenta y gradual que se extendió por las diferentes escuelas de Trabajo Social de Latinoamérica, después de ser propuesta en el Primer Congreso Latinoamericano de Trabajo Social, celebrado en Chile en el año de 1945.
La formación profesional en Latinoamérica ha sido menos fragmentada, porque en los currículos de las universidades se han incluido los tres métodos del Trabajo Social, Caso, Grupo y Comunidad, lo que genera una intervención integral y una complementariedad entre estos al momento de interactuar con los sujetos y sus realidades. Pero es necesario aclarar que esto no siempre fue así- En la década de los 70s, incluso en los 80s se retiró de los pensum de Trabajo Social de las universidades los cursos de Trabajo Social de Caso y Grupo, por razones políticas. Porque, se consideraba que estos métodos no respondían a las necesidades latinoamericanas. Se privilegió la producción académica y la enseñanza del método de Trabajo Social Comunitario.
En América Latina las primeras residencias se generaron en las primeras décadas del s. XX, los cuales han recibido diferentes nombres desde su creación como lo son, las residencias sociales y los centros comunitarios. Los servicios de estos centros van dirigidos a los niños, a las niñas, a las y los jóvenes, a la población adulta y a la familia.
En estos centros comunitarios las y los Trabajadores Sociales son los que han tenido mayor presencia, estos guían su participación a través de los métodos de Trabajo Social con individuos, el comunitario y el de grupos en la prestación de los servicios. 
Por otra parte, las experiencias de las dictaduras en algunos países Latinoamericanos, determinaron la erradicación de los grupos por considerarlos una amenaza para el régimen, lo que originó la extinción de los grupos.
Para terminar, Brasil ha sido una gran influencia con el Trabajo Social Crítico, la cual aporta a la pedagogía social. Este país cuenta con grandes representantes como José Paulo Neto, Marilda Villela Lamamoto, entre otros.
De otro lado, el Trabajo Social en América Latina ha estado influenciado directamente por el de Estados Unidos y el de Europa, lo que llevó entre muchas otras cosas del contexto a que en 1965 se conformara el Movimiento de la Re conceptualización, impulsado por la inconformidad con el modelo imperante de Estados Unidos, del cual hacía parte el Servicio Social; en este movimiento de la re conceptualización se cuestionó, se revisó y se buscaron alternativas de transformación de la realidad del contexto Latinoamericano.

Gandhi, Mahatma: "Lo más atroz de las cosas malas de la gente mala es el silencio de la gente buena."